
CESFAM Dr. Víctor Manuel Fernández inicia ciclo de musicoterapia para usuarios y funcionarios
Con el objetivo de brindar un espacio de tranquilidad, fomentar el bienestar y promover una salud mental positiva, la Dirección del Centro de Salud Familiar Dr. Víctor Manuel Fernández, en conjunto con el área de Participación Social, dio inicio esta semana a un ciclo de intervenciones de musicoterapia. Estas sesiones están a cargo de integrantes de la Orquesta de Cámara del Conservatorio Laurencia Contreras, de la Universidad del Bío-Bío.
En la primera jornada participaron los hermanos violinistas Sophia y Jonathan Molina Soto, quienes ofrecieron una emotiva presentación de música docta para usuarios y funcionarios del establecimiento, transformando el ambiente habitual del CESFAM en un momento de pausa, conexión y serenidad.
Esta alianza tiene como propósito generar, de forma periódica, instancias de calma y contemplación al interior del CESFAM Dr. Víctor Manuel Fernández, parte de la red del Servicio de Salud Concepción. Una vez al mes, músicos del Conservatorio realizarán estas intervenciones de aproximadamente 20 minutos en distintos sectores de espera del centro de salud, aportando con su arte al bienestar integral de la comunidad.
La directora del CESFAM, Dra. Vilma Razmilic, señaló que “esta fue la primera sesión de un programa que forma parte de un convenio que estamos formalizando con el Conservatorio de Música de la Universidad del Bío-Bío, respaldado tanto por nuestro CESFAM como por el Servicio de Salud Concepción. Queremos que los estudiantes nos visiten cada mes, en horario de mediodía, y nos regalen un espacio de música docta, de introspección, de paz y de relajación, algo tan necesario en los tiempos que vivimos”.
Por su parte, Alex Panes, profesor y coordinador artístico del Conservatorio Laurencia Contreras, expresó: “La acogida de los usuarios fue excelente. Fueron muy respetuosos y receptivos. Jonathan y Sophia hicieron un trabajo maravilloso para dar inicio a este ciclo, y esperamos que las próximas sesiones sean igual de enriquecedoras. Además, me parece muy valioso que dos instituciones públicas colaboren de esta manera, creando un convenio virtuoso que nos permite acercar el arte a la comunidad, llevando nuestra música a espacios no tradicionales, fuera de las salas de concierto o los teatros”.
Satisfacción Usuaria
María Meza, usuaria del CESFAM desde hace más de 40 años, valoró profundamente la iniciativa: “Me pareció fantástico. Es un momento de relajación para todos los que venimos con estrés por distintas situaciones. Llegamos a atendernos con preocupación, y encontrarnos con esto es un verdadero aliciente; nos brinda un poco de tranquilidad”.
Por su parte, Antonio Mena, también usuario y dirigente social, destacó el impacto emocional de la experiencia: “Alguna vez leí que tanto Wagner como Bach hablaban del poder sanador del arte y la música. Esta actividad la califico como suprema y sublime, por todo lo bueno que aporta al alma de las personas”.
Finalmente, los jóvenes músicos también compartieron su alegría por participar en este ciclo. Jonathan Molina expresó: “La música ayuda mucho. Cuando uno está enfermo, o ha perdido la esperanza, la música puede llegar al espíritu. Y como decían algunos compositores, cuando llegas al espíritu, logras que las personas recuperen la esperanza… y así pueden comenzar a sanar”.